El compromiso de Echávarri por crear empleo de calidad al fin se ha visto recompensado. Los habituales gorrillas del aparcamiento situado junto al Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) tendrán a partir del próximo verano contrato de funcionarios municipales.
Así lo ha anunciado el Ayuntamiento de Alicante (en una gran maniobra política para evitar que no se hable más de la grabadora oculta en el despacho de la edil de Urbanismo, Eva Montesinos) en un comunicado en el que afirma que las plazas ya están cubiertas debido al gran número de gorrillas que llevan realizando este noble empleo tanto tiempo en la zona.
Por razón de antigüedad, se les ha dado a los gorrillas actuales preferencia para ocupar estas plazas públicas. No obstante, esta prioridad en las listas de empleo se dará únicamente a cambio de que cada uno de ellos realice un curso de formación y reciclaje, con el objetivo de ejercer su función de una forma más profesional.
De esta manera, los gorrillas mejorarán su oratoria a la hora de pedir dinero a cambio de sus servicios. En lugar de únicamente extender la palma de su mano cuando el conductor salga del coche, a partir de ahora, los gorrillas se dirigirán al público siempre de usted y con toda la amabilidad y sinceridad del mundo les dirán que les den 1 € si no quieren que se les raye la carrocería de su coche.
Además, para potenciar este aspecto, uno de los talleres que se les impartirá irá destinado a mejorar su arte a la hora de rayar la carrocería de un automóvil. El objetivo es que la llave o el utensilio con el que rayen el revestimiento de un vehículo sea como el pincel o la brocha de un pintor.
Para frenar el cabreo del propietario del coche cuando se encuentre el chasis rayado, hemos pensado que lo mejor es que se encuentren una mini obra de arte a base de rayadas sobre el armazón de su vehículo, afirman desde el Ayuntamiento.
Además, con el objetivo de profesionalizar su función, a partir de verano, se les conocerá como auxiliares de aparcamiento, aunque desde el consistorio reconocen la dificultad de la misión de desarraigar del habla el término ‘gorrilla’.
Los gorrillas o auxiliares de aparcamiento no serán los únicos beneficiarios de esta maniobra realizada por el consistorio de Alicante para potenciar el empleo de calidad. De esta manera, es muy posible que los vendedores ambulantes de mecheros situados por Luceros, los mendigos tan populares de la Explanada o esos desafortunados que siempre te piden 1 € porque causalmente su medio de transporte (sea coche o moto) siempre les deja tirados, pasen a ser funcionarios municipales muy próximamente en la capital de la Costa Blanca.
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