¿Te has preguntado alguna vez cómo sería la vida si existiera una línea de autobús directo desde Sant Joan d’Alacant a la Universidad de Alicante? Bueno, sigue soñando. Porque aquí, en el año 2024, mientras los coches voladores y los robots de cocina están a la vuelta de la esquina, un simple bus directo sigue siendo una fantasía tan lejana como encontrar aparcamiento a las 9:00 a.m. en el campus.
La suerte para hoy ¡oiga!
Si tuvieras la fortuna de tener una línea directa, ¿qué harías con ese tiempo extra que te ahorrarías? Quizá aprender mandarín, terminar tu doctorado en física cuántica o, quién sabe, ¡hasta disfrutar de una taza de café sin tener que correr para no perder el enlace entre dos autobuses!
Un suplicio al alcance de muchos estudiantes
Pero no, eso no es para ti. Tú eres el verdadero héroe, el aventurero que cada mañana se embarca en una odisea de cambios de línea y caminatas épicas, enfrentando todos los elementos: desde el sol abrasador hasta el frío polar… ¡todo en un solo día! Porque si algo nos enseña el transporte público en Sant Joan d’Alacant es que estar preparado para cualquier cosa es clave. ¿Te olvidaste del paraguas? Tranquilo, el trayecto indirecto te llevará por los siete climas de Alicante.
45 minutos ¡valen oro!
Quizá, solo quizá, esta falta de conexión directa es parte de una enseñanza mayor. Tal vez la vida sea, en sí misma, una serie de cambios de autobús: a veces llegas a tu destino rápido, y otras veces tienes que esperar 45 minutos junto a la parada de bus más desolada del Levante.
Así que, querido lector, la próxima vez que mires el mapa de líneas de autobús y no encuentres ese mítico trayecto directo, aunque haya que sortear infinidad de rotondas, no te desesperes. Piensa que cada vez que haces tres transbordos para llegar a la universidad, estás forjando carácter, ganando experiencia y… quemando calorías. Porque, al final, lo importante no es llegar rápido a clase, sino llegar algún día.
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